viernes, 15 de febrero de 2013

DESÓRDENES ALIMENTICIOS

Hace tiempo que quiero compartir una experiencia horrible que decubrí: es algo que el mundo ya conoce pero que algunos no aceptan como enfermedad: LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS. Las chicas y chicos que empiezan con una falta muy marcada de autoestima o autoaceptación de su apariencia física, los ha llevado a sumergirse a horribles enfermedades como son anorexia o bulimia.
Me enteré hace algún tiempo -y no es de sorprenderse- que hasta en la red andan los blogs con "fans" de este tipo de vida autodestructiva que va minando lenta y dolorosamente los cuerpos, las mentes y los corazones de la comunidad pre-adolescente y adolescente.

Por este medio quiero llegar a las "princesas" y "príncipes", como se hacen llamar, para crear conciencia de su error y que se quieran con el corazón.

Y a los padres de familia, que se acerquen a sus hijos; no porque estén de vez en cuando gozando de un poco de soledad, no quiere decir que no les roben unos minutos y pongan interés en la escuela, las amistades y el amor en esta etapa difícil y crucial para ellos: Nuestros Hijos.

Mi Carta
Está comprobado que todos los seres humanos creemos en un ser superior, en un ser omnipresente y omnipotente…y estoy segura de ello.

Trato de comprender qué pasó con esas caras llenas de felicidad que emergían de sus rostros infantiles…dónde quedó esa luz que se asomaba por sus pupilas brillantes de alegría…y a dónde se fueron los momentos felices de su vida, sea corta o larga. Trato de imaginar ésas fotos donde aparecían rodeados de su familia, sus amigos y seres queridos…y me sigo haciendo esa pregunta: ¿dónde quedó todo eso?

Tal vez yo hice el mal gesto al principio de prejuzgarlos sin conocer los verdaderos motivos que los movieron a tomar esta drástica decisión. Deben saber que todavía no se conocen en persona y no me refiero a lo físico solamente…sino a lo espiritual, a lo emocional, en sí a la mención de la palabra “persona”.

Persona no es sólo la materia física de que estamos compuestos; sino a la capacidad de razonar, de imaginar, de pensar, de sentir, de admirar, de escuchar, de observar, de palpar, de crear, de aceptar al ser humano maravilloso y único que son; por que SÍ: LO SON. Son unos seres humanos con un intelecto irrepetible, con unos sueños maravillosos constructivos para su mundo único y perfecto a su manera de crear. Sabemos –y no tenemos que engañarnos – de que no existe la perfección; sólo es una palabra,  y la palabra que existe es MEJORA CONTINUA. La mejora continua es ver lo que tiene uno, aceptar lo que el Ser Supremo nos dio y sacarle el mejor provecho en el mejor de los sentidos.

Tú, querida princesa, querido príncipe, tal vez tú me dirás que a mi no debería importarme, y en realidad me importas; ¿por qué? Porque eres un ser humano maravilloso del cual puedo aprender a ser mejor y viceversa; yo no soy perfecta, pero reconozco que así como tengo defectos, también tengo cualidades y muy útiles y creativas, como tú. Princesita hermosa, precioso príncipe, no te arrebates la dicha de gozar de todo lo que tienes a tu alrededor.

Da gracias por esos hermosos ojos que te dejan admirar la belleza en todos sus sentidos; por este cuerpo que te da la dicha de estar aquí y vivir la vida en sí con sus alegrías y tristezas; con sus logros y fracasos; con sus penas y con sus placeres. No te dejes vencer…si necesitas de una mano amiga sincera, de un aliento para poder seguir adelante y sobre todo de aceptar lo que el Creador te ha brindado, aquí te estaré esperando…cuando lo necesites.

No tengo la intención de lastimarte ni de tenerte lástima, porque ese sentimiento no sirve para nada, sólo para hacer sentir a un ser inferior de lo valioso que realmente es. Quiero hacerte una linda invitación hermosa princesa, precioso príncipe: Vete en una foto donde fue una etapa feliz para ti. Aleja la tristeza, la autocompasión, la amargura y la no satisfacción de tu ser. Yo te lo digo sinceramente eres hermoso(a) por lo que tienes dentro: un corazón, que, aunque un poco lastimado y roto, es hermoso y tiene la oportunidad de repararse y brillar con un nueva gama de sentimientos que estaban olvidados: alegría, fe, aceptación, mejora continua, amor, apoyo, comprensión y sobre todo fuerza de voluntad.

Me despido queridos príncipes, queridas princesas no sin antes desearles lo mejor para su persona, su ser y su felicidad…no se destruyan porque su entorno no sería el mismo si no formaran parte del mismo. Cuídense…acéptense…y dejen de llorar en el Castillo de la Autocompasión.

Aquí estoy…si necesitas que alguien te oiga…aquí estoy…te estoy esperando y quiero ser tu amiga y ayudarte de corazón te lo digo.

Atte.
Kty D.

1 comentario:

  1. Hola amiga!!!
    Gracias por compartir esta reflexión...
    Un fuerte abrazo desde Venezuela!

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